Durante dos horas de presentación y respuestas al público, y conjunto con su colega geógrafo Cristian Araya de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el Dr. Jasper Moernaut presentó y explicó los diferentes riesgos geológicos que pueden desarrollarse al lado del Rio San Pedro, y potencialmente afectar la futura central hidroeléctrica liderada por Colbún.

Entre ellos se encuentran las remociones en masa en la zona de los tacos, que es localizada aguas arriba de la represa. Estos gran movimientos se producen durante terremotos y son conocidos por obstruir el Rio San Pedro como fue el caso en 1960, con la formación posterior del Riñihuazo. El deslizamiento ocurre por combinación de la aceleración sísmica y de la saturación en agua de un estrato de sedimentos critico que existe en las riberas del Rio San Pedro. El aumento del nivel del agua debido al embalse de la represa podría afectar las propiedades de estos niveles críticos y favorecer movimientos en masa en caso de terremotos.

Según Jasper Moernaut, el otro riesgo geológico significativo para la represa es el tipo de terremoto en su mismo, que fue mal evaluado en el impacto ambiental presentado por la empresa. En ese tema, la “peor situación posible” se refiere generalmente al terremoto interplaca de 1960, que generó una aceleración sísmica de 0.44g. Sin embargo, se sabe que los terremotos intraplacas, aunque de menor magnitud, generan mucho más daño cerca del epicentro que los interplacas, con aceleraciones sísmicas muy por encimas de 0.5g. Dichos terremotos ya ocurrieron en Chile (Chillan, 1939) y son reconocidos como los terremotos históricos más destructivos y mortíferos.

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